lunes, 28 de mayo de 2007

EL PATIO DE LOS SUSURROS

En el espacio creativo NO AVESTRUZ, en zona de Palermo H., encontramos en su interior un patio. Los niveles de ruido que se producen en las diferentes actividades que se desarrollan en el local ha motivado reclamos vecinales.
Esta situación, comprensible, ha determinado que soliciten al público una cierta moderación en el tono de la voz. El patio fue bautizado: el patio de los susurros.
Las denominaciones tienen su propia historia y aparentemente no coinciden con las resoluciones poéticas de su materialización.
Enrique Pichón Riviere trabajó con rigor la dinámica de lo siniestro y su superación con la creatividad. En escala menor se puede aplicar este proceso al etiquetamiento que nos ocupa.
La vida cotidiana fue un objetivo privilegiado en la mirada de este psicólogo social.

lunes, 21 de mayo de 2007

LOS PREMIOS

En la avenida de Mayo y Perú, en la ciudad de Buenos Aires, se encuentra un café tradicional porteño: LONDON. La historia personal y mis pasiones literarias me han acercado a sus mesas.
Una de ellas, no hay registro de cuál exactamente, fue utilizada por el escritor Julio Cortázar para escribir su novela LOS PREMIOS.
Al inicio de su obra y al final de la misma se dan indicaciones precisas de este hecho, cuando se funden y se confunden el autor y su personaje central.
Años atrás tuve cierta responsabilidad en la vida personal de uno de los dueños del bar London.
No lo he vuelto a encontrar y fue siempre para mí un motivo de desazón.
Quisiera que alguna vez este postergado encuentro se materializara y poder decirle en un hueco de la conversación: cuán equivacados estamos. Julio Cortázar no escribió una novela, sencillamente nos regaló un precioso manual de sociología argentina.

martes, 15 de mayo de 2007

LA CRÍTICA DIFERIDA

Los tiempos históricos registran los intentos de legitimación de la crítica diferida ( consigna: primero obedecer, luego criticar). No se logra claridad en esta cuestión.
El juego del Poder coquetea con esta consigna las más de las veces. En ocasiones la explicita.
Los conceptos de cuño militar anidan en esta tensión y se hace difícil equilibrar los criterios políticos con los criterios militaristas.
Las situaciones límites de una sociedad producen un deslizamiento a la militarización de la política y puede ser o no convalidada.
El breve trabajo de Pilar Calveiro sobre la violencia del 70 en la Argentina navega en estos aspectos y asume un rechazo demasiado subjetivo sobre el accionar de las 'formaciones especiales' en nuestra realidad nacional.
Concepciones que se desdibujan o se tiñen de otras perspectiva analítica en procesos triunfantes, se convierten en herramientas de juzgamiento cuando los reflujos populares hegemonizan la vida política y social del país.
Un debate abierto, como tiene que ser.

martes, 8 de mayo de 2007

FRONTERAS

La frontera es un territorio en sí.
No pertenece más que a sí misma.
Tiene identidad, entonces tiene memoria.
La vida de frontera está reñida con la difundida idea de que la misma sirve de puente o de obstáculo entre pueblos. Es algo íntimo que se desenvuelve en los márgenes, en los pasajes, en los intercambios.
La frontera tiene el orden de un código carcelario.
Cuando se la desconoce se menciona algo así como: ...sin fronteras. Incluso existe 'idiotas sin fronteras' ( ver internet).
No es ajena a estos esfuerzos solidarios ( médicos sin frontera, etc.) pero exigen que los programas se reajusten.
En ocasiones varían sus límites. Señal de crisis política.
En el mar hay una delgada línea que no es arena ni agua. Es frontera entre la playa y el mar.
Difícil de percibirla, pero está.
¿Cuándo se la transita? Sólo si uno vive en la frontera. En cualquiera, incluso en la última.

miércoles, 2 de mayo de 2007

MUCHAS VECES...

El excelente escritor Joseph Brodsky ( si no leyó nada de él, corra a la librería más próxima y solicite que le consigan un texto cualquiera de este autor) en su libro homenaje a Venecia ( durante años fue en invierno a la ciudad y dejó sus impresiones) MARCA DE AGUA ( edit.Siruela) narra lo siguiente:
( muchas veces uno tiene que comunicar otra versión de los hechos para no quedarse solo)

" (...) '¿Por qué, entonces, vas en esa estación?', me preguntó una vez mi editor, en un restaurante chino de Nueva York, rodeado de pupilos, homosexuales ingleses. 'Si, ¿ por qué?', repitieron éstos, cual eco de su potencial benefactor. '¿Cómo es en invierno?'. Pensé en hablarles del acqua alta; de los distintos tonos de gris en la ventana, cuando uno se sienta a desayunar en el hotel, envuelto en silencio y en el harinoso manto matinal eu cubre los rostros de los recién casados, de las palomas que acentúan cada curva y cada cornisa del barroco local en su latente afinidad con la arquitectura, de un monumento solitario a Francesco Querini y a sus dos huskies, tallado en piedra de Istria, similar, creo, en su tono, a lo último que él vió, moribundo, en su desdichado viaje al Polo Norte, y que ahora escucha el sonido de los árboles de hoja perenne de los Giardini, en compañía de Wagner y de Carducci; de un gorrión valiente posado en el fluctuante filo de una góndola contra el telón de fondo de un húmedo infinito irritado por el siroco. No, pensé, mirando sus rostros estériles pero ambiciosos: no, no servirá de nada. 'Bueno', dije, ' es como ver nadar a Greta Garbo'. "